(Por Ángel Guerra Cabrera (*)) La derrota del Frente para la Victoria en la segunda vuelta electoral es un indiscutible batacazo a las fuerzas auténticamente transformadoras de Argentina y un golpe considerable al proceso emancipador iniciado en 1998 en América Latina y el Caribe(ALC) con la elección de Hugo Chávez a la presidencia de Venezuela.