Las acciones se intensifican en Francia contra un proyecto de reforma laboral del gobierno, que desde hace más de dos meses provoca reiteradas manifestaciones de rechazo. El primer ministro Manuel Valls se valió de un criticado recurso constitucional para que el texto, que según sus detractores perjudica los derechos de los trabajadores, se considerara aprobado en primera lectura en la Asamblea Nacional. En junio, tendrá lugar el examen en el Senado.