Los sistemas de fabricación rusa desplegados por Armenia fueron un claro perdedor en una guerra en la que Turquía proporcionó productos superiores a su aliado Azerbaiyán. PorStephen Bryen >Asia Times
El alto el fuego negociado por Rusia en el conflicto de Nagorno-Karabaj se ha desmoronado. Azerbaiyán y Armenia han intensificado sus operaciones militares.
El diario Izvestia informó, citando a expertos rusos, que el conflicto continuará sin la intervención de un tercero.
Las potencias de la región y Occidente se enfrentan a Turquía, y Turquía no va a caer sin luchar.
Por Mchael Tanchum > Foreign Policy
A mediados de agosto, un buque de guerra turco y uno griego chocaron en el Mediterráneo oriental, lo que aumentó las tensiones en el enfrentamiento naval más inflamable que la región ha presenciado en 20 años. La crisis había comenzado dos días antes, cuando Turquía desplegó un barco de exploración energética junto con su escolta naval para buscar petróleo y gas natural en aguas cercanas a la isla griega de Kastellorizo, aguas que Atenas reclama como su propio territorio marítimo.
La autopista M5 Damasco-Alepo estuvo bajo control yijadista desde 2012. El ejército sirio ahora la liberó, además de 140 ciudades, pueblos y colinas estratégicas. Turquía y los uzbecos, los uigures y Hayat Tahrir al-Sham (antes conocido como al-Nusra) no lograron proteger sus posiciones fortificadas, abandonándolas y retirándose hacia el área que rodea a Idlib.
En Turquía se está desencadenando otro golpe: esta vez, los partidarios de la política del mandatario del país, Recep Tayyip Erdogan, actúan contra los disconformes, afirma Con Coughlin, autor del artículo para The Telegraph.